¿Pertenecemos los miembros del espectro ace a la Comunidad LGBT?
Esta es, probablemente, una de las mayores polémicas que he presenciado a lo largo de este año. He leído los argumentos de ambos bandos, (teniendo siempre más en cuenta los de quienes están más oprimidos, por supuesto), y he contemplado auténticas batallas campales y discusiones innecesariamente violentas. ¡Y todo para que la respuesta a este debate sea más sencilla de lo que imaginamos! Para dar con la solución a este problema, debemos recurrir a lo más básico. ¿Y qué es lo más básico? Recordar el significado de las siglas "LGBT":
- L = lesbianas
- G = gays
- B = personas bisexuales
- T = gente trans
No, los demisexuales no pertenecemos a la Comunidad LGBT a menos que seamos también bisexuales u homosexuales.
Trataré de ilustraros con unos pocos ejemplos para ayudaros a comprender:
- Si eres demisexual y heterosexual, no eres LGBT.
- Si eres demisexual y bisexual, sí eres LGBT.
- Si eres asexual y heterorromántico, no eres LGBT.
- Si eres una lesbiana asexual, sí eres LGBT.
- Si eres grisexual y heterosexual, no eres LGBT.
- Si eres un gay arromántico, sí eres LGBT.
- Si eres arromántico y heterosexual, no eres LGBT.
- En cambio, una persona trans que fuese demi-heterosexual sí sería LGBT.
- Un demisexual (o cualquier ace) que sea LGBT, no lo será por ser ace, sino por ser homosexual, birromántico, o trans.
Es importante recordar que la demisexualidad no es una orientación sexual per se, del mismo modo que tampoco lo es la grisexualidad. Ambas son a menudo apodadas en nuestra comunidad desorientaciones asexuales, pero no es correcto referirse a ellas como "orientaciones" ya que no determinan hacia qué género(s) nos sentimos atraídos, sino que definen de qué manera experimentamos nuestra atracción. Más concretamente, la demisexualidad indica las condiciones en las que somos capaces de sentirla, mientras que la grisexualidad determina la frecuencia. Es por eso que siempre van acompañadas de una orientación.
La asexualidad, a parte de referirse a la incapacidad de sentir atracción hacia ningún género, también puede ser descrita como "falta de orientación sexual". La asexualidad está situada en el extremo de la escala de atracción sexual, y la demisexualidad y la grisexualidad sólo son puntos dentro de esta escala.
Una buena manera de referirse a la demisexualidad, en lugar de usar "orientación", es llamarla "modificador de la sexualidad", que es el término que uso yo. O "condición sexual".
"¡Pero los aces también sufrimos discriminación!", diréis algunos. "¡Yo soy demi-hetero y se burlan de mí por no querer acostarme con nadie que no conozca!", pensaréis otros. ¡Y yo estoy de acuerdo con vosotros! "¡A los asexuales también nos oprimen!", gritaréis otros. Y ahí es donde no puedo daros la razón. Ha llegado el momento de proceder con el siguiente punto...
Acefobia
Acephobia en inglés, se denomina así a la discriminación que sufrimos los miembros de la Comunidad Asexual por el mero hecho de ser aces. Es una manera de invisibilizar nuestra manera de vivir (o no vivir) nuestra sexualidad, y nos hace caer víctimas de la invalidación y de la incomprensión.
Es innegable que vivimos en una sociedad hipersexualizada. La heteronormatividad impone un modelo en el que lo normal es que todo el mundo sienta atracción e impulso sexual (eso sí, sólo hacia personas del "género opuesto"). Esto lo consiguen exponiéndonos al sexo desde que somos pequeños, antes incluso de que podamos asimilarlo. ¿O acaso no es gran parte de la publicidad extremadamente sexual? ¿Y qué me decís del principal pilar del humor de muchas series de televisión? Así es como nace una sociedad obsesionada con el sexo y que basa la calidad de su vida en el número de relaciones sexuales que mantiene con regularidad.
Es indudable que hay algún tipo de rechazo sistemático hacia los aces, al igual que hacia cualquier otra persona que se salga de la heteronorma, ¿pero está este odio realmente dirigido hacia la asexualidad?
- Si nos paramos a pensarlo, un hombre ace (ya sea demisexual, asexual, o gris) es ridiculizado porque se le considera "menos hombre". El modelo tradicional de masculinidad dicta que los hombres deben ser agresivos, insaciables, y mostrar su sexualidad a todas horas. Sin embargo, lo primero de lo que se suele tachar a los hombres que no siguen este rol es de gay, no de asexual: un hombre que muestre síntomas de asexualidad o que declare abiertamente que no le interesa el sexo o acostarse con cualquiera será llamado "maricón". Por ende, la acefobia en el caso de los hombres deriva de la homofobia, la opresión que sufren los homosexuales.
- Mientras tanto, una mujer ace será tachada de "estrecha", de "mojigata", y se le intentará hacer "creer que sólo se está haciendo la difícil"; en el más leve de los casos, se asumirá que está haciendo lo que suelen hacer las mujeres, "esperar al hombre adecuado". No se nos toma en serio, y a menudo se nos somete a violaciones correctivas para demostrarnos que en realidad nos debe gustar el sexo con un hombre. Sin embargo, no debemos olvidar que las lesbianas siempre han sido las primeras en tener que pasar por semejante tortura. Las mujeres somos consideradas en sociedad como un objeto de consumo sexual para el hombre. Es por eso que la acefobia que sufrimos deriva del machismo y, en parte, de la homofobia hacia las mujeres, (lesbofobia).
¡Ojo! Notad que cuando me he referido a la acefobia he hablado de "discriminación" y que cuando he señalado la homofobia, he dicho "opresión". Discriminación y opresión son términos distintos. Discriminar es tratar a alguien de manera desigual, ya sea mediante insultos, bromas, o no tomándolo en serio. Oprimir es algo mucho más grave. La opresión se da de manera colectiva: humilla, veja, y tiraniza a determinado grupo. A demi-heteros y asexuales heterorrománticos no nos agreden por la calle cuando vamos de la mano de nuestra pareja. No tenemos prohibido casarnos con la persona que amamos. No se nos castiga penalmente por ser aces. En cambio, a los homosexuales sí.
Para concluir, hablar de "acefobia" es NEGAR el problema que tiene la sociedad con la homofobia, la lesbofobia, y el machismo, a parte de dar por hecho que existe un "privilegio alosexual" que, históricamente, no tiene coherencia alguna.
"¡ESPERA! Y si los asexuales no entramos en la Comunidad LGBT, ¿entonces por qué se llama LGBTQIAP+?", y aquí es donde llega la temida pregunta.
¿"LGBTQIAP+"?
A lo largo de estos últimos años y con el surgimiento de nuevos nombres para otras maneras de vivir la sexualidad, a las siglas "LGBT" se les han ido añadiendo varias letras. Es muy común ver a los propios miembros de la comunidad decir "LGBTQI", de hecho. La Q hace referencia a "queer", una palabra inglesa que se utilizaba para referirse despectivamente a homosexuales y bisexuales, y de la cual algunos de estos se han apropiado para usarla como término reivindicativo; el problema es que para muchos otros sigue siendo una palabra ofensiva, así que no todos están de acuerdo en su inclusión en el acrónimo.
Por su lado, la I hace referencia a personas intersexuales, pero mientras que muchas de estas están de acuerdo en su inclusión en el colectivo, otras tantas no lo ven necesario ya que no se trata de ninguna orientación ni de una identidad de género, y además algunos de ellos son heterosexuales.
Ya entrados en los años 2000 es cuando se han ido agregando otras letras como la A, la P,
El problema es que son los asexuales, pansexuales, y poliamorosos quienes insisten en incluir sus iniciales en el acrónimo. Por los motivos que he citado en el primer punto, no creo que los aces debamos forzar nuestra presencia en el colectivo a menos que seamos birrománticos/bisexuales u homorrománticos/homosexuales, o trans.
Cualquier modificación hecha a las siglas "LGBT" tras su inicio como movimiento social y político en 1969 es dañina para las personas homosexuales, bisexuales, y trans. Resta importancia a la opresión que siempre han sufrido, e invisibiliza su lucha. Lo más apropiado es llamarlo colectivo LGBT, sin más.
"Entonces, ¿a dónde pertenecemos los aces? No nos sentimos cómodos entre los demás heterosexuales, y tampoco nos quieren los LGBT. ¿No deberíamos entrar nosotros también en un colectivo?", probablemente será lo que estéis pensando.
Y es que es cierto que no nos sentimos por lo general cómodos entre las personas heterosexuales comunes, los que no pertenecen al espectro asexual. Por ello, muchos aces (entre los que me incluyo) hemos intentado, y algunos siguen intentándolo, hacernos con un espacio en la Comunidad LGBT. Pero, tras analizarlo y desmontarlo todo punto por punto, creo que queda bastante claro que nuestro lugar no está ahí.
Como respuesta a esta sensación de no pertenecer a ningún lado, la cual no es sólo típica entre asexuales, ha surgido un nuevo colectivo, el MOGAI, que en español ha derivado a GODI y GSRDI.
GODI y GSRDI
GODI (Géneros y Orientaciones Diversas e Intersexo) y GSRDI (Géneros, Sexualidades y Romanticismos Diversos, e Intersexo), con su correspondiente homólogo en inglés, MOGAI (Marginalized Orientations, Gender Alignments, and Intersex) son conceptos liberales creados como potenciales sustitutos de "LGBT".
Pretenden ser más inclusivos para abarcar otras orientaciones, tales como la asexualidad y sus sub-categorías, así como identidades de género no binarias, y a personas intersexo. Las personas que apoyan estas siglas suelen ser de la opinión de que el Colectivo LGBT es "discriminatorio" y "promueve la desigualdad".
Estos términos son muy problemáticos y polémicos. ¿Por qué? La controversia que acarrean puede resumirse en dos grandes puntos:
- Básicamente, invisibiliza al propio colectivo LGBT, que fue el que nació como respuesta a una opresión centenaria. La Comunidad LGBT como movimiento sociopolítico es muy importante históricamente, y reemplazarlo así de buenas significa restarle importancia a la lucha que llevan realizando todos estos años. Además, sinceramente, me parece criminal acusar al colectivo más oprimido de todos los tiempos de "discriminatorio".
- Por otro lado, y aquí viene la polémica, al autoproclamarse GODI y GSRDI como "movimientos inclusivos que aceptan TODO tipo de orientación, de identidad, y de expresión sexual", muchas personas con parafilias más que cuestionables están viendo un lugar donde sentirse aceptadas. En el más leve de los casos, estoy hablando de gente que practica el BDSM, pero también muchos pedófilos y zoófilos están encontrando su lugar en GODI.
Yo, como mujer demi-heterosexual, no quiero verme dentro de un colectivo donde pedófilos o practicantes del BDSM se sienten cómodos. Tampoco quiero apropiarme de una lucha que no es mía y forzar mi lugar dentro de la Comunidad LGBT. ¿Qué deberíamos hacer entonces los aces? ¿Cómo deberíamos considerarnos?
Es comprensible que el sentirse parte de un colectivo ayuda a uno mismo como individuo a sentirse aceptado y menos solo, menos vulnerable. Pero creo firmemente que los aces podemos formar nuestro propio colectivo sin interferir en otras luchas. La Comunidad Ace (o Asexual si os resulta más fácil de pronunciar) está bien por sí misma. Demisexuales, asexuales, y grisexuales, independientemente de nuestra orientación, somos únicos y muy peculiares.
¿No será el hecho de que no encajemos en ninguno de los colectivos existentes una señal de que debemos inventar el nuestro propio?
¡Podemos llevar nuestra propia lucha paralelamente a la que están llevando gays, lesbianas, bisexuales, y personas trans! Es importante y necesario que la sociedad sepa de la existencia de los aces, y que sepa aceptar que hay muchas maneras de experimentar la atracción sexual, incluyendo el no experimentarla en absoluto. Eso sí, por favor, sin invisibilizar a nadie, y siempre sabiendo admitir que la discriminación que sufrimos nunca podrá compararse con la opresión que la gente LGBT lleva sufriendo toda la vida.
...¡Y hasta aquí la entrada de hoy! Perdonad por la extensión, pero es que he procurado cubrir todos los temas que suelen surgir cuando se debate acerca de la inclusión de los asexuales en el Colectivo LGBT. Así, no quedará ningún agujero en mis argumentos, y nadie podrá saltarme con ninguna de las preguntas que he nombrado en mi entrada.
Por favor, compañeros demisexuales y demás aces, reflexionad acerca de lo escrito y recapacitad. Abrid vuestra mente. Escuchad siempre a los más oprimidos.