miércoles, 21 de diciembre de 2016

¿SOMOS LOS DEMISEXUALES PARTE DEL COLECTIVO LGBT?

Esta entrada va a estar estrechamente relacionada con la anterior, en la que hablo de por qué el término "alosexual" es dañino y sobre cómo el "privilegio alosexual" no existe. La diferencia es que, mientras que en esa entrada me centré en las opresiones que sufren gays, lesbianas, y bisexuales, en esta voy a rebatir la supuesta opresión a la que los asexuales (demis y grises incluidos) estamos sometidos.


¿Pertenecemos los miembros del espectro ace a la Comunidad LGBT?

Esta es, probablemente, una de las mayores polémicas que he presenciado a lo largo de este año. He leído los argumentos de ambos bandos, (teniendo siempre más en cuenta los de quienes están más oprimidos, por supuesto), y he contemplado auténticas batallas campales y discusiones innecesariamente violentas. ¡Y todo para que la respuesta a este debate sea más sencilla de lo que imaginamos! Para dar con la solución a este problema, debemos recurrir a lo más básico. ¿Y qué es lo más básico? Recordar el significado de las siglas "LGBT":
  • L = lesbianas
  • G = gays
  • B = personas bisexuales
  • T = gente trans
Habiendo aclarado esto, la pregunta arriba expuesta se responde a sí misma...

No, los demisexuales no pertenecemos a la Comunidad LGBT a menos que seamos también bisexuales u homosexuales.

Trataré de ilustraros con unos pocos ejemplos para ayudaros a comprender:
  • Si eres demisexual y heterosexual, no eres LGBT.
  • Si eres demisexual y bisexual, eres LGBT.
  • Si eres asexual y heterorromántico, no eres LGBT.
  • Si eres una lesbiana asexual, eres LGBT.
  • Si eres grisexual y heterosexual, no eres LGBT.
  • Si eres un gay arromántico,  eres LGBT.
  • Si eres arromántico y heterosexual, no eres LGBT.
  • En cambio, una persona trans que fuese demi-heterosexual sería LGBT.
  • Un demisexual (o cualquier ace) que sea LGBT, no lo será por ser ace, sino por ser homosexual, birromántico, o trans.

Es importante recordar que la demisexualidad no es una orientación sexual per se, del mismo modo que tampoco lo es la grisexualidad. Ambas son a menudo apodadas en nuestra comunidad desorientaciones asexuales, pero no es correcto referirse a ellas como "orientaciones" ya que no determinan hacia qué género(s) nos sentimos atraídos, sino que definen de qué manera experimentamos nuestra atracción. Más concretamente, la demisexualidad indica las condiciones en las que somos capaces de sentirla, mientras que la grisexualidad determina la frecuencia. Es por eso que siempre van acompañadas de una orientación.

La asexualidad, a parte de referirse a la incapacidad de sentir atracción hacia ningún género, también puede ser descrita como "falta de orientación sexual". La asexualidad está situada en el extremo de la escala de atracción sexual, y la demisexualidad y la grisexualidad sólo son puntos dentro de esta escala.


Una buena manera de referirse a la demisexualidad, en lugar de usar "orientación", es llamarla "modificador de la sexualidad", que es el término que uso yo. O "condición sexual".

"¡Pero los aces también sufrimos discriminación!", diréis algunos. "¡Yo soy demi-hetero y se burlan de mí por no querer acostarme con nadie que no conozca!", pensaréis otros. ¡Y yo estoy de acuerdo con vosotros! "¡A los asexuales también nos oprimen!", gritaréis otros. Y ahí es donde no puedo daros la razón. Ha llegado el momento de proceder con el siguiente punto...


Acefobia

Acephobia en inglés, se denomina así a la discriminación que sufrimos los miembros de la Comunidad Asexual por el mero hecho de ser aces. Es una manera de invisibilizar nuestra manera de vivir (o no vivir) nuestra sexualidad, y nos hace caer víctimas de la invalidación y de la incomprensión.


Es innegable que vivimos en una sociedad hipersexualizada. La heteronormatividad impone un modelo en el que lo normal es que todo el mundo sienta atracción e impulso sexual (eso sí, sólo hacia personas del "género opuesto"). Esto lo consiguen exponiéndonos al sexo desde que somos pequeños, antes incluso de que podamos asimilarlo. ¿O acaso no es gran parte de la publicidad extremadamente sexual? ¿Y qué me decís del principal pilar del humor de muchas series de televisión? Así es como nace una sociedad obsesionada con el sexo y que basa la calidad de su vida en el número de relaciones sexuales que mantiene con regularidad.

Los aces nos salimos de esa heteronorma, ya sea dándole menos importancia al sexo, o no viendo qué lo hace tan genial, o teniendo muchas menos parejas sexuales, o mostrando interés en el sexo a una edad más avanzada que la mayoría de la población... Sea cual fuere el caso, siempre hay, por lo menos, un momento en nuestras vidas en el que nos sentimos culpables, o mínimo, como un "bicho raro". Amigos y compañeros de clase se ríen de nosotros, hacen bromas acerca de nuestra sexualidad y nuestro rendimiento sexual, o lo toman todo como simple timidez y nos presionan a "probarlo".


Pero... ¿Puede realmente hablarse de acefobia? Sí, los aces sufrimos discriminación, independientemente de que hayamos proclamado abiertamente nuestra condición o no, porque se mire por donde se mire, se nota en nuestro carácter. A los demisexuales nos dicen que "no seamos tan selectivos", y se ríen de que (por lo general) seamos vírgenes a edades avanzadas. A los grisexuales les preguntan "si tienen problemas de disfunción sexual". Y a los asexuales les preguntan "si es por algún trauma", entre muchas otras maneras de cuestionar nuestra sexualidad.

Es indudable que hay algún tipo de rechazo sistemático hacia los aces, al igual que hacia cualquier otra persona que se salga de la heteronorma, ¿pero está este odio realmente dirigido hacia la asexualidad?

  • Si nos paramos a pensarlo, un hombre ace (ya sea demisexual, asexual, o gris) es ridiculizado porque se le considera "menos hombre". El modelo tradicional de masculinidad dicta que los hombres deben ser agresivos, insaciables, y mostrar su sexualidad a todas horas. Sin embargo, lo primero de lo que se suele tachar a los hombres que no siguen este rol es de gay, no de asexual: un hombre que muestre síntomas de asexualidad o que declare abiertamente que no le interesa el sexo o acostarse con cualquiera será llamado "maricón". Por ende, la acefobia en el caso de los hombres deriva de la homofobia, la opresión que sufren los homosexuales.


  • Mientras tanto, una mujer ace será tachada de "estrecha", de "mojigata", y se le intentará hacer "creer que sólo se está haciendo la difícil"; en el más leve de los casos, se asumirá que está haciendo lo que suelen hacer las mujeres, "esperar al hombre adecuado". No se nos toma en serio, y a menudo se nos somete a violaciones correctivas para demostrarnos que en realidad nos debe gustar el sexo con un hombre. Sin embargo, no debemos olvidar que las lesbianas siempre han sido las primeras en tener que pasar por semejante tortura. Las mujeres somos consideradas en sociedad como un objeto de consumo sexual para el hombre. Es por eso que la acefobia que sufrimos deriva del machismo y, en parte, de la homofobia hacia las mujeres, (lesbofobia).

¡Ojo! Notad que cuando me he referido a la acefobia he hablado de "discriminación" y que cuando he señalado la homofobia, he dicho "opresión". Discriminación y opresión son términos distintos. Discriminar es tratar a alguien de manera desigual, ya sea mediante insultos, bromas, o no tomándolo en serio. Oprimir es algo mucho más grave. La opresión se da de manera colectiva: humilla, veja, y tiraniza a determinado grupo. A demi-heteros y asexuales heterorrománticos no nos agreden por la calle cuando vamos de la mano de nuestra pareja. No tenemos prohibido casarnos con la persona que amamos. No se nos castiga penalmente por ser aces. En cambio, a los homosexuales .

Para concluir, hablar de "acefobia" es NEGAR el problema que tiene la sociedad con la homofobia, la lesbofobia, y el machismo, a parte de dar por hecho que existe un "privilegio alosexual" que, históricamente, no tiene coherencia alguna.


"¡ESPERA! Y si los asexuales no entramos en la Comunidad LGBT, ¿entonces por qué se llama LGBTQIAP+?", y aquí es donde llega la temida pregunta.


¿"LGBTQIAP+"?

A lo largo de estos últimos años y con el surgimiento de nuevos nombres para otras maneras de vivir la sexualidad, a las siglas "LGBT" se les han ido añadiendo varias letras. Es muy común ver a los propios miembros de la comunidad decir "LGBTQI", de hecho. La Q hace referencia a "queer", una palabra inglesa que se utilizaba para referirse despectivamente a homosexuales y bisexuales, y de la cual algunos de estos se han apropiado para usarla como término reivindicativo; el problema es que para muchos otros sigue siendo una palabra ofensiva, así que no todos están de acuerdo en su inclusión en el acrónimo.

Por su lado, la I hace referencia a personas intersexuales, pero mientras que muchas de estas están de acuerdo en su inclusión en el colectivo, otras tantas no lo ven necesario ya que no se trata de ninguna orientación ni de una identidad de género, y además algunos de ellos son heterosexuales.


Ya entrados en los años 2000 es cuando se han ido agregando otras letras como la A, la P, o incluso otras que no vale la pena ni mencionar. La A, obviamente, hace referencia a la asexualidad, incluyendo sus sub-categorías. La P suele hacer referencia tanto a los pansexuales (término liberal que choca con "bisexual" y que lo invisibiliza, ya que básicamente significan lo mismo) como a las personas poliamorosas (lo cual no es ni una orientación ni una identidad de género, sólo otra manera de llevar las relaciones afectivas).

El problema es que son los asexuales, pansexuales, y poliamorosos quienes insisten en incluir sus iniciales en el acrónimo. Por los motivos que he citado en el primer punto, no creo que los aces debamos forzar nuestra presencia en el colectivo a menos que seamos birrománticos/bisexuales u homorrománticos/homosexuales, o trans.

Cualquier modificación hecha a las siglas "LGBT" tras su inicio como movimiento social y político en 1969 es dañina para las personas homosexuales, bisexuales, y trans. Resta importancia a la opresión que siempre han sufrido, e invisibiliza su lucha. Lo más apropiado es llamarlo colectivo LGBT, sin más.

"Entonces, ¿a dónde pertenecemos los aces? No nos sentimos cómodos entre los demás heterosexuales, y tampoco nos quieren los LGBT. ¿No deberíamos entrar nosotros también en un colectivo?", probablemente será lo que estéis pensando.


Y es que es cierto que no nos sentimos por lo general cómodos entre las personas heterosexuales comunes, los que no pertenecen al espectro asexual. Por ello, muchos aces (entre los que me incluyo) hemos intentado, y algunos siguen intentándolo, hacernos con un espacio en la Comunidad LGBT. Pero, tras analizarlo y desmontarlo todo punto por punto, creo que queda bastante claro que nuestro lugar no está ahí.

Como respuesta a esta sensación de no pertenecer a ningún lado, la cual no es sólo típica entre asexuales, ha surgido un nuevo colectivo, el MOGAI, que en español ha derivado a GODI y GSRDI.


GODI y GSRDI

GODI (Géneros y Orientaciones Diversas e Intersexo) y GSRDI (Géneros, Sexualidades y Romanticismos Diversos, e Intersexo), con su correspondiente homólogo en inglés, MOGAI (Marginalized Orientations, Gender Alignments, and Intersex) son conceptos liberales creados como potenciales sustitutos de "LGBT".

Pretenden ser más inclusivos para abarcar otras orientaciones, tales como la asexualidad y sus sub-categorías, así como identidades de género no binarias, y a personas intersexo. Las personas que apoyan estas siglas suelen ser de la opinión de que el Colectivo LGBT es "discriminatorio" y "promueve la desigualdad".


Estos términos son muy problemáticos y polémicos. ¿Por qué? La controversia que acarrean puede resumirse en dos grandes puntos:

  • Básicamente, invisibiliza al propio colectivo LGBT, que fue el que nació como respuesta a una opresión centenaria. La Comunidad LGBT como movimiento sociopolítico es muy importante históricamente, y reemplazarlo así de buenas significa restarle importancia a la lucha que llevan realizando todos estos años. Además, sinceramente, me parece criminal acusar al colectivo más oprimido de todos los tiempos de "discriminatorio".
  • Por otro lado, y aquí viene la polémica, al autoproclamarse GODI y GSRDI como "movimientos inclusivos que aceptan TODO tipo de orientación, de identidad, y de expresión sexual", muchas personas con parafilias más que cuestionables están viendo un lugar donde sentirse aceptadas. En el más leve de los casos, estoy hablando de gente que practica el BDSM, pero también muchos pedófilos y zoófilos están encontrando su lugar en GODI.
Tal vez quien inventó este concepto no lo hizo con la intención de que este tipo de personas se hiciesen hueco en su colectivo, pero incluso aunque esto no ocurriera, sigue habiendo el problema con la invisibilización de la Comunidad LGBT. Es por eso que deberíamos rechazar todo lo relacionado con GODI o GSRDI.

Yo, como mujer demi-heterosexual, no quiero verme dentro de un colectivo donde pedófilos o practicantes del BDSM se sienten cómodos. Tampoco quiero apropiarme de una lucha que no es mía y forzar mi lugar dentro de la Comunidad LGBT. ¿Qué deberíamos hacer entonces los aces? ¿Cómo deberíamos considerarnos?


Es comprensible que el sentirse parte de un colectivo ayuda a uno mismo como individuo a sentirse aceptado y menos solo, menos vulnerable. Pero creo firmemente que los aces podemos formar nuestro propio colectivo sin interferir en otras luchas. La Comunidad Ace (o Asexual si os resulta más fácil de pronunciar) está bien por sí misma. Demisexuales, asexuales, y grisexuales, independientemente de nuestra orientación, somos únicos y muy peculiares.

¿No será el hecho de que no encajemos en ninguno de los colectivos existentes una señal de que debemos inventar el nuestro propio?

¡Podemos llevar nuestra propia lucha paralelamente a la que están llevando gays, lesbianas, bisexuales, y personas trans! Es importante y necesario que la sociedad sepa de la existencia de los aces, y que sepa aceptar que hay muchas maneras de experimentar la atracción sexual, incluyendo el no experimentarla en absoluto. Eso sí, por favor, sin invisibilizar a nadie, y siempre sabiendo admitir que la discriminación que sufrimos nunca podrá compararse con la opresión que la gente LGBT lleva sufriendo toda la vida.


...¡Y hasta aquí la entrada de hoy! Perdonad por la extensión, pero es que he procurado cubrir todos los temas que suelen surgir cuando se debate acerca de la inclusión de los asexuales en el Colectivo LGBT. Así, no quedará ningún agujero en mis argumentos, y nadie podrá saltarme con ninguna de las preguntas que he nombrado en mi entrada.

Por favor, compañeros demisexuales y demás aces, reflexionad acerca de lo escrito y recapacitad. Abrid vuestra mente. Escuchad siempre a los más oprimidos.

¡Hasta otra! ♥



Fuentes: 1 + 2 + mi propia experiencia

martes, 13 de diciembre de 2016

ALOSEXUAL: ¿POR QUÉ DEBERÍAMOS DEJAR DE USAR ESTE TÉRMINO?

"Alosexual."

Todos los miembros del espectro asexual conocemos esa palabra, pero muy pocos nos hemos dado cuenta de por qué es nociva e incluso perjudicial. Hoy, voy a tratar de haceros ver por qué deberíamos dejar de utilizarla.

Una persona alosexual (allosexual en inglés) es aquella que experimenta atracción sexual primaria. Como ya he mencionado en entradas anteriores, los demisexuales experimentamos atracción sexual secundaria, la cual se desarrolla con el tiempo en lugar de basarse meramente en el físico de la otra persona, como es el caso de la primaria. Los asexuales, por su parte, no sienten atracción sexual de ningún tipo. Así pues, para diferenciar a todo aquel que fuese capaz de sentir atracción sexual hacia otros a simple vista, se inventó el término "alosexual".


Hasta el 2011, se utilizaba la palabra "sexual" para hacer referencia a las personas no asexuales, pero esta dejó de emplearse porque todos los humanos somos sexuales (la sexualidad no se refiere sólo a la orientación sexual, sino también a las características sexuales biológicas, al erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción...); por no mencionar que incluso los asexuales puros (que no son ni grises ni demis) también viven su sexualidad. De ese modo, los asexuales crearon el concepto "alosexual" para referirse a aquellos que no pertenecen al espectro asexual.

¿Cuál es el problema con este término? Que engloba tanto a heterosexuales como a lesbianas, gays, y bisexuales; los mete a todos en el mismo saco, como si todos pudieran disfrutar del "privilegio" que acarrea el ser capaz de sentirse atraído hacia los demás, no sufriendo de ese modo la supuesta discriminación que los miembros del espectro asexual recibimos por no querer acostarnos con cualquiera o por no reírnos de los chistes verdes (hablaré de este tema en la próxima entrada).


No hay que tener muchas luces para saber que los gays, las lesbianas, y los bisexuales no disfrutan de la misma libertad que los heterosexuales. Ellos no poseen ningún privilegio por sentir atracción sexual primaria (los que la sientan, ya que también hay gays, lesbianas, y bisexuales en el espectro asexual). ¡Más bien al contrario! Ellos son discriminados, ridiculizados, y asesinados por expresar su sexualidad libremente. Se mire por donde se mire, no se puede meter a los oprimidos (lesbianas, gays, y bisexuales) en un mismo saco con sus opresores (los heterosexuales).

¿Por qué? Porque es peligroso. Partiendo del hecho de que la homosexualidad y la bisexualidad no se hallan al mismo nivel de derechos que la heterosexualidad, generalizar de esta manera es extremadamente dañino para la Comunidad LGBT, ya que luego te encuentras con perlas como esta:


"Matar a todos los alosexuales." Emmh... ¿Acaso no sabes que a muchísimos "alosexuales" ya los asesinan? Sí, hablo de las lesbianas, los gays, y las personas bisexuales que son exterminados por el simple hecho de serlo. Querido compañero (porque yo no quiero compañeros así) asexual que escribió eso, ¿acaso la homofobia y la bifobia son chistes para ti? Porque si de verdad quieres matar (o deseas que se mueran) a los homosexuales y a los bisexuales, estás contribuyendo a la opresión que sufren estas personas.

Sí, por sus implicaciones y lo que representa, "alosexual" es una palabra homofóbica y bifóbica. Y ya simplemente este motivo debería ser suficiente para dejar de utilizar este término.

"¡Pero yo no soy homófobo! ¡Sólo digo 'alosexual' para referirme a las personas que no forman parte del espectro asexual!", estaréis pensando algunos. "Así es más cómodo. Usar esa palabra no me convierte en homófobo", estaréis pensando otros. Lo siento, pero si sólo estáis utilizando este término por comodidad, deberíais replantearos muchas cosas. No digo que os refiráis a la gente no asexual como "normal", pero decir eso, "no asexuales", también es cómodo y sencillo, y no estaréis agrediendo a nadie.


Tampoco voy a negar que vivimos en una sociedad hípersexualizada en la que a TODOS se nos inculca desde pequeños que el sexo es el mayor indicador de una buena calidad de vida, y se nos hace creer que lo necesitamos para ser felices (yo soy la primera que se queja de esto). Y en esta sociedad obsesionada con el sexo, los miembros del espectro asexual lo pasamos mal, porque ni siquiera los que somos más libidinosos vemos la gracia en estar TODO EL TIEMPO hablando y haciendo chistes sobre el sexo; y aunque suene a topicazo, la mayoría de nosotros, en caso de interesarnos en la actividad sexual, solemos hacerlo muy tarde. Esto se traduce en bromitas, insultos, presión... No pasamos desapercibidos, no.

¿Pero realmente se puede hablar de "privilegio alosexual" sólo por esto? ¿De verdad creéis que hablar de sexo libremente y proclamar a los cuatro vientos las ganas que tienes de mantener relaciones te otorga algún tipo de privilegio cuando si lo hace una mujer se la tacha de "enferma", "ligera de cascos", o se pone en duda su salud sexual? ¿Qué privilegio hay en tener que andarse con cuidado a la hora de manifestar tu sexualidad por miedo a que se rían de ti (mujeres) o incluso a que te asesinen (homosexuales y bisexuales)? Si al final renta más callarse y no hablar ni bromear sobre el sexo, o como mucho hacerlo con moderación... ¡Anda! ¡Justo como hacemos los asexuales!

Para concluir...

¿POR QUÉ NO EXISTE EL PRIVILEGIO ALOSEXUAL?
  • Porque una mujer que haya tenido sexo casual una noche con uno o varios hombres no se va a sentir privilegiada: todos sabemos que el hecho de que una mujer disfrute libremente de su sexualidad está mal visto.
  • Porque una lesbiana, un gay, o un bisexual ni siquiera puede ir caminando con su pareja por la calle sin miedo a ser agredida, así que ya ni digamos sentirse privilegiados por sentir atracción sexual y disfrutar de su sexualidad.
  • Porque, de existir el privilegio alosexual, sólo los hombres heterosexuales podrían disfrutarlo.


Por esto, quiero pedirles a mis compañeros demisexuales y demás asexuales que dejen de utilizar el término "alosexual". Yo soy una mujer demi-heterosexual, y sé que no soy la más apropiada para transmitir este mensaje, pero sí considero importante que una persona del espectro asexual se pronuncie respecto a este tema, y por eso he acabado escribiendo todo esto. Es una opinión muy poco popular en la comunidad ace, soy consciente de ello, pero después de leer cientos de opiniones y quejas de la Comunidad LGBT, creo que deberíamos reflexionar.

Si incluso después de leer todo esto decidís seguir utilizando esta palabra... Que sepáis que estaréis decidiendo ser homofóbicos y bifóbicos al englobar a colectivos oprimidos junto con sus mismos opresores.

Próximamente, ampliaré el tema hablando de la relación de los asexuales con la Comunidad LGBT. Junto con esta, probablemente serán las dos entradas más polémicas de este blog, pero después de contemplar las numerosas tiranteces que se están produciendo entre ambas comunidades, considero importante, incluso urgente, que reflexionemos y, sobre todo, escuchemos a los más oprimidos.

¡Un saludo! ♥


Fuentes: 1 + 2 + 3 + mi propia experiencia

viernes, 9 de diciembre de 2016

ACTUALIZACIÓN

¿Qué hay, colegas demis?

¡Cuánto tiempo! Siento mucho haber desaparecido tan repentinamente, perdí la motivación para seguir con este blog, y he estado demasiado concentrada en sacarme un curso como para pensar en material para más entradas. Además, en verano rompí con mi pareja (sí, esa que menciono en esta entrada), pero bueno, cosas que pasan. Ahora estoy con otro chico, ¡que además también es demisexual!

Él es uno de los motivos por los que he decidido retomar este blog, junto con todos esos comentarios que me han llegado agradeciéndome mi labor y compartiendo sus experiencias ♥ ¡Muchas gracias a todos! Y pensar que estuve a puntito de dejar el blog como un simple mini-blog de consulta...

He empleado gran parte de este año en seguir formándome en sexualidad y escuchando a personas de la Comunidad LGBT, así que tengo varios temas importantes que compartir aquí. Lo primero que he hecho ha sido eliminar la entrada con todas las subcategorías dentro de la asexualidad, pues me parecía excesiva y, al fin y al cabo, casi todas eran iguales.

También he editado las entradas anteriores para corregir términos que ahora considero nocivos, y de paso actualizar algunas fotos que, por alguna razón, ya no se veían. Procuraré no tardar demasiado en subir la siguiente entrada "oficial", pero para que os vayáis haciendo a la idea de los temas que voy a cubrir próximamente, os hago un adelanto:

  • El término "alosexual".
  • La relación de los asexuales con la Comunidad LGBT.
  • La diferencia entre las etiquetas individuales y las políticas.
  • La necesidad de los distintos tipos de atracción.
  • Los demisexuales y el sexo.
  • Y otros conceptos liberales que están surgiendo actualmente.

Y probablemente me esté olvidando de algo, pero estas son las más importantes, y las cuales considero más urgente que sepáis, ya que últimamente estoy viendo demasiados problemas entre los asexuales en general y la Comunidad LGBT que, creo, merecen ser tratados.


¡Lo dicho! Procuraré subir la siguiente entrada prontito, a ser posible a principios de la semana que viene. Muchas gracias a los que aún seguís aquí, ¡y bienvenidos quienes lleguéis nuevos a partir de ahora!




¡Un saludo! ♥

lunes, 29 de febrero de 2016

YO, DEMISEXUAL

[Aviso para gente repelida por el sexo: en este artículo encontraréis un par de expresiones soeces relacionadas con el sexo]

O cómo descubrí que era demisexual.

Cuando era adolescente, podría haber pasado por una chica heterosexual normal y corriente. Quiero decir, las formas masculinas me parecían estéticamente atractivas, y no dudaba en comentar lo guapo que era un cantante cuando mis compañeras me enseñaban fotos. Claro, que ellas no podían dejar de hablar de las maneras en las que les gustaría tirárselo, mientras que a mí sólo me parecía agradable de mirar...


Era casi imposible no darse cuenta de que algo no funcionaba en mí igual que en el resto de mis compañeros. Yo me veía como una tía rara, hetero pero muy exigente, que prefería pasar el tiempo fantaseando con sus personajes favoritos. Y es que, en cuatro años de Secundaria, sólo me gustaron tres chicos, mientras que la mayoría de mis compañeras encontraban múltiples ligues potenciales cada semana.

Y aquí entra otro detalle: yo no quería salir con los chicos que me gustaban. No deseaba hacer "cosas de parejas" con ellos, y ya ni hablemos de guarrerías (de hecho, me repugnaba). "¿Por qué no les pides salir?", me preguntaban mis compañeras, "Porque quieres salir con ellos, ¿no?". Y yo me quedaba como... Eh... ¿No? Sólo me atraían estéticamente, disfrutaba de su presencia.


Las diferencias empezaron a marcarse más a medida que entraba en la fase final de la adolescencia (16 años). ¡Si vierais lo sorprendidas que se quedaban mis compañeras cada vez que decía que no me gustaba ir a discotecas a liarme con tíos! Los rollos de una noche me parecían repulsivos, y lo peor era que yo misma no sabía explicar por qué. Simplemente, me veía incapaz de abrirme a alguien con quien no tenía confianza.


Poco antes de cumplir los 17, tuve mi primer novio. Nunca me llegó a atraer de ninguna de las maneras posibles, sólo empecé a salir con él porque quería dejar de ser tan rara, y averiguar de una maldita vez qué se sentía al tener novio. Me caía bien, sí, pero eso era todo. Tardé meses en acostarme con él (¡mi primera vez, yujuuuu! eh... NO), y lo más triste es que no lo hice porque realmente hubiera establecido esa conexión con él, sino porque quería saber cómo era el sexo de una vez por todas.

Quiero aprovechar este momento para hacer una pausa y daros un consejo...

Nunca, JAMÁS salgáis con alguien por cualquiera de estos motivos: por pena, por aburrimiento, por no saber decir que "no", por olvidar a otro, o porque os sintáis obligados.

En fin... Un año después, empecé a salir con otro tío que estuvo metiéndome prisa para tener sexo a partir del tercer o cuarto día de estar juntos. Ese chico tampoco llegó a atraerme nunca de ninguna de las maneras posibles, aunque no tardé tanto en sentirme cómoda con él como con el anterior. Yo me limité a asumir que nunca encontraría a nadie que me atrajese del todo sexualmente, y que lo normal era conformarse con cualquiera que te hiciera disfrutar lo más mínimo.

Y os estaréis preguntando... ¿Cómo conseguí tener sexo con estas personas con las que no había formado ninguna conexión y hacia quienes no me sentía sexualmente atraída? Bueno, yo soy de esos pocos miembros del espectro asexual que disfrutan del sexo y a quienes les gusta practicarlo, sin importar que no nos sintamos atraídos hacia la persona con la que nos estamos acostando. A pesar de ser demisexual, soy bastante libidinosa, y considero el sexo uno de los mayores placeres de mi vida.

Hasta el año pasado, seguía pensando que sólo era una tía heterosexual exigente. Ya había escuchado el término "demisexual" hacía tiempo, pero entonces descubrí que los demisexuales forman parte del espectro asexual, y yo, consciente de mi desbordante apetito sexual, me alejé del término; no me gusta apropiarme de etiquetas que no me definen. Sin embargo, seguí investigando. Acerca de la demisexualidad, y acerca de lo que realmente es la asexualidad (ya que, al igual que muchos, yo creía que significaba "aversión por el sexo").


Y yo nunca había mirado a ningún tío y, a simple vista, había pensado "Quiero follármelo". Sí, me había cruzado con personas que me habían parecido atractivas, incluso sexys, pero aún no entendía que reconocer la belleza o el sex-appeal de un individuo no tiene por qué implicar que sientas deseos de acostarte con él. Y entonces, lo comprendí.

Soy demisexual. Demi-heterosexual y demi-heterorromántica, para ser más exactos, ya que la persona con la que estoy ahora, la única en mi vida por la que me he sentido sexual y románticamente atraída, es un hombre.

¡Ojo! Y aunque antes dije que soy capaz de "disfrutar" del sexo sin vínculo, ahora que lo he probado con vínculo y atracción, puedo asegurar que prefiero de lejos el sexo con una persona con la que he conectado al sexo sólo por placer. Este último me resultaba tan... Vacío, no sé. Aburrido...


¿Por qué he escrito todo esto? ¿Por qué he creado este blog? Porque estoy cansada de leer artículos acerca de la demisexualidad escritos por personas que no son demisexuales, ni pertenecen al espectro asexual o arromántico. Además, los publican en blogs frecuentados por gente no asexual, de modo que los comentarios que se suelen leer en respuesta a dichos artículos son del tipo "Se inventan nombres para todo", "Se creen especiales", "Los demisexuales sólo son muy selectivos", "Los asexuales están enfermos"... ¡Y ya está bien!

¡Este es un blog escrito por una persona demisexual para individuos demisexuales y/o demirrománticos!

Por eso os digo, amigas y amigos míos, que si después de leer esto tenéis sospechas de que sois demisexuales, no le restéis importancia. No penséis que sólo sois personas heterosexuales exigentes. Informaos. Investigad. ¡Cuestionadlo todo! No borréis vuestra propia identidad, en serio.


Y vosotros, ¿cómo descubristeis que eráis demisexuales? ¿Cuál es vuestra historia? ¿Se parece a la mía?

lunes, 22 de febrero de 2016

TIPOS DE ATRACCIÓN

[Aviso para gente repelida por el sexo: en este artículo encontraréis un par de expresiones soeces relacionadas con el sexo]

¿Qué hay, colegas demis?

Hoy vamos a hablar de un tema que yo pienso que es primordial, y del cual me habría encantado tener al menos idea durante mi adolescencia. Desde siempre, las únicas atracciones a las que la sociedad ha dado importancia han sido la romántica y la sexual, provocando que numerosos miembros de las comunidades arromántica y asexual se sientan confusos e incompletos, como si estuvieran mal hechos. Por suerte (o por desgracia), yo nunca me cuestioné demasiado las cosas cuando era adolescente, pero el día que aprendí acerca de este asunto, todo cobró sentido.

Hoy, vamos a hablar acerca de los seis tipos de atracción existentes.


1. Atracción estética: este tipo de atracción no está conectado ni con la atracción romántica ni con la sexual. ¿A cuántos asexuales no les ha pasado que, tras comentar lo atractiva que es una persona, el amigo de turno les ha preguntado "¿Pero tú no eras asexual?"? Y es que apreciar la belleza de alguien no tiene nada que ver con el querer tirárselo, y tampoco con el querer iniciar una relación con él. Contemplar a una persona que te atrae estéticamente produce el mismo placer que observar un paisaje o disfrutar de una obra de arte que te fascina, y no sólo se limita al físico, sino que también puede centrarse en la ropa, el maquillaje, los piercings, tatuajes... La atracción estética puede estar, pero no tiene por qué, conectada con la orientación sexual.


2. Enamoramiento: crush en inglés. También conocido como "encaprichamiento" (me gusta más este término, ya que no incluye la palabra "amor"), es el tipo de atracción que solemos sentir hacia esa persona de nuestra clase, con la que nos encantaría salir pero con la que, por lo general, no intentamos nada. El enamoramiento se caracteriza por ser un tipo de atracción pasajera, aunque el deseo de que nuestros sentimientos sean reciprocados puede llegar a ser muy intenso. Los motivos que nos impiden actuar cuando nos colamos por alguien pueden ser el miedo al rechazo y el temor a que, en caso de que se inicie una relación, esta fracase. Por otro lado, también tendemos a idealizar las situaciones (y a la persona que nos gusta) cuando estamos bajo los efectos del enamoramiento, de modo que pequeños gestos como el que nos manden un mensaje, se sienten junto a nosotros, o incluso que nos hablen nos incitan a fantasear acerca de lo probable que es que le gustemos a esa personita también.


El enamoramiento también tiene su contraparte arromántica, llamada arrobamiento. La intensidad de la atracción es la misma, pero careciendo de esa necesidad de iniciar una relación (romántica y/o sexual) con la persona en cuestión. Es diferente de "querer ser amigos con ella", pues implica un intenso sentimiento de atracción AFECTIVA y de admiración, y ver tus sentimientos reciprocados produce la misma alegría que con el enamoramiento romántico (de hecho, esos episodios de euforia y decaimiento típicos de los enamoramientos también tienen lugar en los arrobamientos). La relación a la que se aspira es mucho más íntima y cercana que la que se pueda tener con cualquier amigo regular, e incluso dos personas que tengan sentimientos mutuos pueden iniciar una relación platónica (ni romántica ni sexual).

En resumen, los enamoramientos y los arrobamientos tienen en común esa tendencia a fantasear, la vergüenza que se siente al estar cerca de la persona que te gusta, los pensamientos persistentes, y el deseo del contacto y de estar con ella, con la diferencia de que ninguna de estas acciones implica una carga romántica o sexual en un arrobamiento.


3. Atracción intelectual: ¿alguna vez una conversación con una persona os ha dejado tan (o más) satisfechos que una relación sexual? De ser así, esa persona os atrae intelectualmente. La atracción intelectual es la atracción hacia la sabiduría de alguien, sus conocimientos, su intelecto, su mente, e incluso sus habilidades y otras facultades cognitivas. Es el deseo de comprometerse con alguien de manera intelectual, así como lo podría ser iniciar una conversación con ella, "explorar su cerebro". Este tipo de atracción suele estar más relacionado con la manera de pensar de una persona que con la persona en sí, pero esto no tiene que ser así necesariamente.

¡Ojo! No confundáis la atracción intelectual con la "sapiosexualidad", esa supuesta atracción sexual hacia la inteligencia, que además es un término clasista y capacitista. Si te sientes intelectualmente atraído hacia alguien, simplemente disfrutas muchísimo de conversar con él o ella, pero no te excitas sexualmente al oírle hablar.


4. Atracción sensual: sí, existe. Y es el deseo emocional y/o físico de entrar en contacto con otra persona de manera no sexual, es decir, llevando a cabo actividades que no impliquen órganos genitales. La sensualidad es un placer que involucra los sentidos, centrándose especial pero no exclusivamente en el tacto. Por este motivo, la mayoría de actos deseados suelen ser abrazarse, acariciarse, acurrucarse el uno junto al otro, besarse, masajearse, e incluso darse la mano con la persona hacia la que se siente atracción sensual. Es un término difícil de hacer ver a los individuos no asexuales, para quienes atracción sensual y atracción sexual van SIEMPRE de la mano; lo que sí que es común que la atracción sensual esté ligada a la orientación sexual.

Debido a que la línea que separa la atracción sensual de la sexual es muy fina, es difícil diferenciarlas. Sin embargo, puedo decir que, mientras que la finalidad de un acto sexual es la excitación y la estimulación sexual (con el consecuente orgasmo), la finalidad de un acto sensual puede ser simplemente la demostración de afecto.

Hasta aquí, hemos hecho un repaso de los tipos de atracción que seguramente no conocíais, o de los cuales teníais cuenta pero en los que nunca os habíais parado a pensar. Lo más importante a saber en este punto es que, si eres demisexual, NO necesitas formar un vínculo emocional con una persona antes de experimentar cualquiera de estos tipos de atracción. Y lo mismo va para los asexuales y grisexuales, y sus contrapartes en el espectro arro. No, y aún más importante es saber que no eres menos asexual o demisexual por experimentar cualquiera de estos tipos de atracción. Bien, sigamos con las que ya conocemos...


5. Atracción sexual: aquella de la que carecen los asexuales y los demisexuales, al menos en modo primario. Es el deseo de comprometerse con alguien en un acto sexual (entendiéndose "acto sexual" como un acto que implique la consecución de un orgasmo). Es una respuesta emocional. Suele centrarse en el físico de una persona, especial pero no exclusivamente la apariencia. Los signos más comunes de la atracción sexual son la manifestación de fantasías sexuales, la excitación de los genitales (un "cosquilleo" fruto del flujo de la sangre), las sensaciones físicas como el acaloramiento, o simplemente el interés en tener sexo con alguien. Hay dos categorías...
  • Atracción sexual primaria: basada en la apariencia de una persona y demás cualidades superficiales. Es la distinción principal entre personas asexuales y no asexuales, y lo que empuja a estos últimos a decir "pues yo me lo/la follaba" sobre alguien a quien sólo han visto una vez, y a quien posiblemente ni conozcan.
  • Atracción sexual secundaria: se desarrolla con el tiempo. Se necesita de esa conexión emocional con la otra persona. Y esta es la única diferencia con la primaria, ya que la atracción sexual secundaria puede sentirse tanto hacia las cualidades físicas como a las psicológicas.


6. Atracción romántica: es el deseo de iniciar una atracción romántica, de pareja, con alguien. Ahora bien, ¿se puede realmente establecer una definición universal sobre lo que es la atracción romántica, el amor? Pues no. Lo que puede ser romántico para una pareja puede no serlo para otra, y viceversa. A menudo se considera una relación romántica como una en la cual no tiene por qué haber actividades sexuales, motivo por el cual las orientaciones también están divididas entre sexuales y románticas. La atracción romántica podría desembocar en el deseo de salir con una persona, de casarte con ella, de formar una relación íntima más o menos "cerrada" (ojo, puede ser con más de una persona). La manera más común de demostrar atracción romántica es con gestos estereotípicamente románticos, tales como salir a cenar, ver películas juntos, pasear, compartir pasatiempos, besarse, abrazarse... Algunos de los signos más comunes que caracterizan a este tipo de atracción son una excesiva felicidad (euforia) con tan sólo pensar en la persona de la que estás enamorado, fantasear con ella, sentir un interés y una fascinación intensos hacia ella... Y ya entrando en la parte más negativa del concepto tradicional de "amor" que sostiene la sociedad, los celos e incluso cierto sentimiento de posesión.

De todos modos, como ya he dicho, es imposible establecer una descripción universal para este concepto. Muchos gestos estereotípicamente románticos pueden darse entre amigos, o entre miembros de una relación quasiplatónica, así que cada cual tendrá su propia definición formada.


¡Y hasta aquí la entrada de hoy! ¡Espero que os sea de utilidad! Yo desearía haber descubierto esta información mucho antes, la verdad. Y como no quiero que ningún demisexual se sienta roto, vacío, desplazado, o que "borre su propia identidad" ("identity erasure", por ejemplo, creyendo que sólo es un heterosexual con expectativas muy altas), he escrito acerca del tema de la manera más neutral posible, para resolver toda duda que se pueda tener.

¡Saludos, abrazos, o besos (lo que prefiráis) para todo el mundo! ♥

Fuentes: 1, 2, 3 + mi propia experiencia

lunes, 15 de febrero de 2016

¿QUÉ ES LA DEMISEXUALIDAD?

¿Qué es un demisexual? Un demisexual es una persona que no siente atracción sexual a menos que forme un vínculo o conexión emocional con alguien. Este vínculo puede tardar años, meses, semanas, o incluso días en crearse, y un mismo demisexual tardará más o menos tiempo en sentir esa conexión dependiendo de la otra persona. Esta conexión suele ser romántica, pero no exclusivamente: la chispa puede surgir también a partir de un fuerte sentimiento de amistad. Cuando la conexión se rompe, la atracción desaparece.


Un individuo no es menos demisexual por haber tardado menos tiempo que los demás en establecer ese vínculo emocional con su compañero sexual. Lamentablemente, es bastante común en la comunidad la discriminación contra los demisexuales a los que les ha llevado poco tiempo sentirse atraídos hacia su pareja, así como contra los asexuales sexopositivos. Es un elitismo del que deberíamos deshacernos lo antes posible: si eres una persona demisexual estereotípica y tu visión del sexo es más "puritana", bien por ti, y si eres una persona demisexual que prefiere disfrutar del sexo aunque no haya vínculo de por medio, ¡genial también!


¿Por qué entra la demisexualidad dentro del espectro asexual? A veces se describe la demisexualidad como una "asexualidad temporal". Poniéndolo de manera simple, hasta que encontramos a esa persona especial con la que logramos conectar, somos asexuales. Independientemente de lo sexuales que podamos volvernos una vez que nos sentimos atraídos hacia alguien, este es el motivo por el cual la demisexualidad es como una subcategoría de la asexualidad.

http://pansexualityisperfect.tumblr.com/post/70280323400/hi-i-like-boys-and-girls-but-not-for-the-fact

Al contrario que la gente no asexual, los demisexuales no sentimos atracción sexual primaria, es decir, no nos sentimos atraídos hacia otros en base a su apariencia, al menos no hasta que sintamos atracción sexual secundaria. La atracción sexual secundaria no está sólo relacionada con la personalidad, sino también con la relación previa que tengamos con el individuo. Una amistad intensa, admiración mutua, lealtad, etc. son algunos de los elementos que podrían encender la chispa de la atracción sexual.

¿Pero acaso no es lo normal el no querer acostarse con alguien sin conocerlo? Esta es una de las preguntas (a modo de afirmación) que más nos hacen, usualmente seguida de un "no te creas tan especial". Bueno, para empezar, estando rodeada de gente no asexual, me sorprende que aún haya alguno que nos haga esa pregunta, porque yo lo que más veo día a día es a peña teniendo sexo sin molestarse en conocer a la otra persona; a veces ni siquiera saben su nombre. Así que no, no es lo normal acceder a tener sexo sólo después de conocer mejor a un individuo...

Y, de todos modos, no hay que confundir la demisexualidad con la abstinencia. Lo segundo es una decisión, tomada bien con todo el gusto del mundo o bien a la fuerza (por motivos religiosos, por vergüenza...); en una relación en la que los miembros que la conforman han acordado esperar a tener relaciones lo más probable es que surja un deseo sexual. Pero los demisexuales no elegimos ser así. Simplemente, no somos capaces de experimentar atracción sexual hacia alguien con quien no hemos conectado. Ojo, esto no significa que no seamos capaces de acostarnos con alguien con quien no compartamos este vínculo. La demisexualidad es independiente del comportamiento y de las elecciones que se puedan llevar a cabo. Está relacionada con los deseos sexuales (no se pueden controlar), y no con la toma de decisiones racionales (sí se pueden controlar).


Hay demisexuales que empiezan identificándose como asexuales hasta que aparece una persona por la que resultan sentirse sexualmente atraídos. Mi caso fue el opuesto: pensaba que era una chica heterosexual con unas expectativas muy altas. Tan altas que me llevó dieciséis años sentirme sexualmente atraída hacia alguien (hasta el momento, la única atracción que había sentido era la estética). Pero bueno, ya hablaré de mi experiencia personal y de los tipos de atracción en otra publicación.

Ojo, que los demisexuales sólo seamos capaces de sentir atracción sexual tras formar un vínculo emocional con una persona no significa que nos vayamos a sentir atraídos por TODOS aquellos con quienes establecemos esa conexión.


Algunos demisexuales, tras conectar con alguien, nos volvemos extremadamente sexuales. Otros, a pesar de haber conseguido despertar la chispa de la atracción sexual, siguen prefiriendo otras actividades al sexo. Si este es tu caso, es probable que seas grisexual. Pero no hay ninguna línea definida, ningún límite. Al fin y al cabo, sólo nosotros mismos somos capaces de determinar nuestra identidad. Si te sientes a gusto con la etiqueta "demisexual", ¡siéntete libre de utilizarla!

La etiqueta "demisexual" a menudo se combina con otra orientación, como "demi-bisexual" o "demi-heterosexual", para hacer hincapié en los géneros hacia los que se ha conseguido sentir atracción.

(Por cierto, no uséis "pansexual", quedaos con "bisexual".)

Ser demisexual no es incompatible con ser poliamoroso, con los encuentros sexuales casuales, y con las relaciones abiertas (aunque estos dos últimos casos son extraños). Asimismo, puede ir acompañado de una orientación romántica distinta, no sólo la demirromántica: puedes ser demisexual y birromántico, por ejemplo.

¡Y hasta aquí llega la primera entrada "oficial" de este blog! He procurado hacerla lo más completa posible. ¡Espero que os haya sido de utilidad y que os haya aclarado cualquier duda que pudierais tener! ¡Os veré en la próxima entrada!


http://fav.me/d9fl6x4

¡Buenas noches! ♥