lunes, 29 de febrero de 2016

YO, DEMISEXUAL

[Aviso para gente repelida por el sexo: en este artículo encontraréis un par de expresiones soeces relacionadas con el sexo]

O cómo descubrí que era demisexual.

Cuando era adolescente, podría haber pasado por una chica heterosexual normal y corriente. Quiero decir, las formas masculinas me parecían estéticamente atractivas, y no dudaba en comentar lo guapo que era un cantante cuando mis compañeras me enseñaban fotos. Claro, que ellas no podían dejar de hablar de las maneras en las que les gustaría tirárselo, mientras que a mí sólo me parecía agradable de mirar...


Era casi imposible no darse cuenta de que algo no funcionaba en mí igual que en el resto de mis compañeros. Yo me veía como una tía rara, hetero pero muy exigente, que prefería pasar el tiempo fantaseando con sus personajes favoritos. Y es que, en cuatro años de Secundaria, sólo me gustaron tres chicos, mientras que la mayoría de mis compañeras encontraban múltiples ligues potenciales cada semana.

Y aquí entra otro detalle: yo no quería salir con los chicos que me gustaban. No deseaba hacer "cosas de parejas" con ellos, y ya ni hablemos de guarrerías (de hecho, me repugnaba). "¿Por qué no les pides salir?", me preguntaban mis compañeras, "Porque quieres salir con ellos, ¿no?". Y yo me quedaba como... Eh... ¿No? Sólo me atraían estéticamente, disfrutaba de su presencia.


Las diferencias empezaron a marcarse más a medida que entraba en la fase final de la adolescencia (16 años). ¡Si vierais lo sorprendidas que se quedaban mis compañeras cada vez que decía que no me gustaba ir a discotecas a liarme con tíos! Los rollos de una noche me parecían repulsivos, y lo peor era que yo misma no sabía explicar por qué. Simplemente, me veía incapaz de abrirme a alguien con quien no tenía confianza.


Poco antes de cumplir los 17, tuve mi primer novio. Nunca me llegó a atraer de ninguna de las maneras posibles, sólo empecé a salir con él porque quería dejar de ser tan rara, y averiguar de una maldita vez qué se sentía al tener novio. Me caía bien, sí, pero eso era todo. Tardé meses en acostarme con él (¡mi primera vez, yujuuuu! eh... NO), y lo más triste es que no lo hice porque realmente hubiera establecido esa conexión con él, sino porque quería saber cómo era el sexo de una vez por todas.

Quiero aprovechar este momento para hacer una pausa y daros un consejo...

Nunca, JAMÁS salgáis con alguien por cualquiera de estos motivos: por pena, por aburrimiento, por no saber decir que "no", por olvidar a otro, o porque os sintáis obligados.

En fin... Un año después, empecé a salir con otro tío que estuvo metiéndome prisa para tener sexo a partir del tercer o cuarto día de estar juntos. Ese chico tampoco llegó a atraerme nunca de ninguna de las maneras posibles, aunque no tardé tanto en sentirme cómoda con él como con el anterior. Yo me limité a asumir que nunca encontraría a nadie que me atrajese del todo sexualmente, y que lo normal era conformarse con cualquiera que te hiciera disfrutar lo más mínimo.

Y os estaréis preguntando... ¿Cómo conseguí tener sexo con estas personas con las que no había formado ninguna conexión y hacia quienes no me sentía sexualmente atraída? Bueno, yo soy de esos pocos miembros del espectro asexual que disfrutan del sexo y a quienes les gusta practicarlo, sin importar que no nos sintamos atraídos hacia la persona con la que nos estamos acostando. A pesar de ser demisexual, soy bastante libidinosa, y considero el sexo uno de los mayores placeres de mi vida.

Hasta el año pasado, seguía pensando que sólo era una tía heterosexual exigente. Ya había escuchado el término "demisexual" hacía tiempo, pero entonces descubrí que los demisexuales forman parte del espectro asexual, y yo, consciente de mi desbordante apetito sexual, me alejé del término; no me gusta apropiarme de etiquetas que no me definen. Sin embargo, seguí investigando. Acerca de la demisexualidad, y acerca de lo que realmente es la asexualidad (ya que, al igual que muchos, yo creía que significaba "aversión por el sexo").


Y yo nunca había mirado a ningún tío y, a simple vista, había pensado "Quiero follármelo". Sí, me había cruzado con personas que me habían parecido atractivas, incluso sexys, pero aún no entendía que reconocer la belleza o el sex-appeal de un individuo no tiene por qué implicar que sientas deseos de acostarte con él. Y entonces, lo comprendí.

Soy demisexual. Demi-heterosexual y demi-heterorromántica, para ser más exactos, ya que la persona con la que estoy ahora, la única en mi vida por la que me he sentido sexual y románticamente atraída, es un hombre.

¡Ojo! Y aunque antes dije que soy capaz de "disfrutar" del sexo sin vínculo, ahora que lo he probado con vínculo y atracción, puedo asegurar que prefiero de lejos el sexo con una persona con la que he conectado al sexo sólo por placer. Este último me resultaba tan... Vacío, no sé. Aburrido...


¿Por qué he escrito todo esto? ¿Por qué he creado este blog? Porque estoy cansada de leer artículos acerca de la demisexualidad escritos por personas que no son demisexuales, ni pertenecen al espectro asexual o arromántico. Además, los publican en blogs frecuentados por gente no asexual, de modo que los comentarios que se suelen leer en respuesta a dichos artículos son del tipo "Se inventan nombres para todo", "Se creen especiales", "Los demisexuales sólo son muy selectivos", "Los asexuales están enfermos"... ¡Y ya está bien!

¡Este es un blog escrito por una persona demisexual para individuos demisexuales y/o demirrománticos!

Por eso os digo, amigas y amigos míos, que si después de leer esto tenéis sospechas de que sois demisexuales, no le restéis importancia. No penséis que sólo sois personas heterosexuales exigentes. Informaos. Investigad. ¡Cuestionadlo todo! No borréis vuestra propia identidad, en serio.


Y vosotros, ¿cómo descubristeis que eráis demisexuales? ¿Cuál es vuestra historia? ¿Se parece a la mía?

lunes, 22 de febrero de 2016

TIPOS DE ATRACCIÓN

[Aviso para gente repelida por el sexo: en este artículo encontraréis un par de expresiones soeces relacionadas con el sexo]

¿Qué hay, colegas demis?

Hoy vamos a hablar de un tema que yo pienso que es primordial, y del cual me habría encantado tener al menos idea durante mi adolescencia. Desde siempre, las únicas atracciones a las que la sociedad ha dado importancia han sido la romántica y la sexual, provocando que numerosos miembros de las comunidades arromántica y asexual se sientan confusos e incompletos, como si estuvieran mal hechos. Por suerte (o por desgracia), yo nunca me cuestioné demasiado las cosas cuando era adolescente, pero el día que aprendí acerca de este asunto, todo cobró sentido.

Hoy, vamos a hablar acerca de los seis tipos de atracción existentes.


1. Atracción estética: este tipo de atracción no está conectado ni con la atracción romántica ni con la sexual. ¿A cuántos asexuales no les ha pasado que, tras comentar lo atractiva que es una persona, el amigo de turno les ha preguntado "¿Pero tú no eras asexual?"? Y es que apreciar la belleza de alguien no tiene nada que ver con el querer tirárselo, y tampoco con el querer iniciar una relación con él. Contemplar a una persona que te atrae estéticamente produce el mismo placer que observar un paisaje o disfrutar de una obra de arte que te fascina, y no sólo se limita al físico, sino que también puede centrarse en la ropa, el maquillaje, los piercings, tatuajes... La atracción estética puede estar, pero no tiene por qué, conectada con la orientación sexual.


2. Enamoramiento: crush en inglés. También conocido como "encaprichamiento" (me gusta más este término, ya que no incluye la palabra "amor"), es el tipo de atracción que solemos sentir hacia esa persona de nuestra clase, con la que nos encantaría salir pero con la que, por lo general, no intentamos nada. El enamoramiento se caracteriza por ser un tipo de atracción pasajera, aunque el deseo de que nuestros sentimientos sean reciprocados puede llegar a ser muy intenso. Los motivos que nos impiden actuar cuando nos colamos por alguien pueden ser el miedo al rechazo y el temor a que, en caso de que se inicie una relación, esta fracase. Por otro lado, también tendemos a idealizar las situaciones (y a la persona que nos gusta) cuando estamos bajo los efectos del enamoramiento, de modo que pequeños gestos como el que nos manden un mensaje, se sienten junto a nosotros, o incluso que nos hablen nos incitan a fantasear acerca de lo probable que es que le gustemos a esa personita también.


El enamoramiento también tiene su contraparte arromántica, llamada arrobamiento. La intensidad de la atracción es la misma, pero careciendo de esa necesidad de iniciar una relación (romántica y/o sexual) con la persona en cuestión. Es diferente de "querer ser amigos con ella", pues implica un intenso sentimiento de atracción AFECTIVA y de admiración, y ver tus sentimientos reciprocados produce la misma alegría que con el enamoramiento romántico (de hecho, esos episodios de euforia y decaimiento típicos de los enamoramientos también tienen lugar en los arrobamientos). La relación a la que se aspira es mucho más íntima y cercana que la que se pueda tener con cualquier amigo regular, e incluso dos personas que tengan sentimientos mutuos pueden iniciar una relación platónica (ni romántica ni sexual).

En resumen, los enamoramientos y los arrobamientos tienen en común esa tendencia a fantasear, la vergüenza que se siente al estar cerca de la persona que te gusta, los pensamientos persistentes, y el deseo del contacto y de estar con ella, con la diferencia de que ninguna de estas acciones implica una carga romántica o sexual en un arrobamiento.


3. Atracción intelectual: ¿alguna vez una conversación con una persona os ha dejado tan (o más) satisfechos que una relación sexual? De ser así, esa persona os atrae intelectualmente. La atracción intelectual es la atracción hacia la sabiduría de alguien, sus conocimientos, su intelecto, su mente, e incluso sus habilidades y otras facultades cognitivas. Es el deseo de comprometerse con alguien de manera intelectual, así como lo podría ser iniciar una conversación con ella, "explorar su cerebro". Este tipo de atracción suele estar más relacionado con la manera de pensar de una persona que con la persona en sí, pero esto no tiene que ser así necesariamente.

¡Ojo! No confundáis la atracción intelectual con la "sapiosexualidad", esa supuesta atracción sexual hacia la inteligencia, que además es un término clasista y capacitista. Si te sientes intelectualmente atraído hacia alguien, simplemente disfrutas muchísimo de conversar con él o ella, pero no te excitas sexualmente al oírle hablar.


4. Atracción sensual: sí, existe. Y es el deseo emocional y/o físico de entrar en contacto con otra persona de manera no sexual, es decir, llevando a cabo actividades que no impliquen órganos genitales. La sensualidad es un placer que involucra los sentidos, centrándose especial pero no exclusivamente en el tacto. Por este motivo, la mayoría de actos deseados suelen ser abrazarse, acariciarse, acurrucarse el uno junto al otro, besarse, masajearse, e incluso darse la mano con la persona hacia la que se siente atracción sensual. Es un término difícil de hacer ver a los individuos no asexuales, para quienes atracción sensual y atracción sexual van SIEMPRE de la mano; lo que sí que es común que la atracción sensual esté ligada a la orientación sexual.

Debido a que la línea que separa la atracción sensual de la sexual es muy fina, es difícil diferenciarlas. Sin embargo, puedo decir que, mientras que la finalidad de un acto sexual es la excitación y la estimulación sexual (con el consecuente orgasmo), la finalidad de un acto sensual puede ser simplemente la demostración de afecto.

Hasta aquí, hemos hecho un repaso de los tipos de atracción que seguramente no conocíais, o de los cuales teníais cuenta pero en los que nunca os habíais parado a pensar. Lo más importante a saber en este punto es que, si eres demisexual, NO necesitas formar un vínculo emocional con una persona antes de experimentar cualquiera de estos tipos de atracción. Y lo mismo va para los asexuales y grisexuales, y sus contrapartes en el espectro arro. No, y aún más importante es saber que no eres menos asexual o demisexual por experimentar cualquiera de estos tipos de atracción. Bien, sigamos con las que ya conocemos...


5. Atracción sexual: aquella de la que carecen los asexuales y los demisexuales, al menos en modo primario. Es el deseo de comprometerse con alguien en un acto sexual (entendiéndose "acto sexual" como un acto que implique la consecución de un orgasmo). Es una respuesta emocional. Suele centrarse en el físico de una persona, especial pero no exclusivamente la apariencia. Los signos más comunes de la atracción sexual son la manifestación de fantasías sexuales, la excitación de los genitales (un "cosquilleo" fruto del flujo de la sangre), las sensaciones físicas como el acaloramiento, o simplemente el interés en tener sexo con alguien. Hay dos categorías...
  • Atracción sexual primaria: basada en la apariencia de una persona y demás cualidades superficiales. Es la distinción principal entre personas asexuales y no asexuales, y lo que empuja a estos últimos a decir "pues yo me lo/la follaba" sobre alguien a quien sólo han visto una vez, y a quien posiblemente ni conozcan.
  • Atracción sexual secundaria: se desarrolla con el tiempo. Se necesita de esa conexión emocional con la otra persona. Y esta es la única diferencia con la primaria, ya que la atracción sexual secundaria puede sentirse tanto hacia las cualidades físicas como a las psicológicas.


6. Atracción romántica: es el deseo de iniciar una atracción romántica, de pareja, con alguien. Ahora bien, ¿se puede realmente establecer una definición universal sobre lo que es la atracción romántica, el amor? Pues no. Lo que puede ser romántico para una pareja puede no serlo para otra, y viceversa. A menudo se considera una relación romántica como una en la cual no tiene por qué haber actividades sexuales, motivo por el cual las orientaciones también están divididas entre sexuales y románticas. La atracción romántica podría desembocar en el deseo de salir con una persona, de casarte con ella, de formar una relación íntima más o menos "cerrada" (ojo, puede ser con más de una persona). La manera más común de demostrar atracción romántica es con gestos estereotípicamente románticos, tales como salir a cenar, ver películas juntos, pasear, compartir pasatiempos, besarse, abrazarse... Algunos de los signos más comunes que caracterizan a este tipo de atracción son una excesiva felicidad (euforia) con tan sólo pensar en la persona de la que estás enamorado, fantasear con ella, sentir un interés y una fascinación intensos hacia ella... Y ya entrando en la parte más negativa del concepto tradicional de "amor" que sostiene la sociedad, los celos e incluso cierto sentimiento de posesión.

De todos modos, como ya he dicho, es imposible establecer una descripción universal para este concepto. Muchos gestos estereotípicamente románticos pueden darse entre amigos, o entre miembros de una relación quasiplatónica, así que cada cual tendrá su propia definición formada.


¡Y hasta aquí la entrada de hoy! ¡Espero que os sea de utilidad! Yo desearía haber descubierto esta información mucho antes, la verdad. Y como no quiero que ningún demisexual se sienta roto, vacío, desplazado, o que "borre su propia identidad" ("identity erasure", por ejemplo, creyendo que sólo es un heterosexual con expectativas muy altas), he escrito acerca del tema de la manera más neutral posible, para resolver toda duda que se pueda tener.

¡Saludos, abrazos, o besos (lo que prefiráis) para todo el mundo! ♥

Fuentes: 1, 2, 3 + mi propia experiencia

lunes, 15 de febrero de 2016

¿QUÉ ES LA DEMISEXUALIDAD?

¿Qué es un demisexual? Un demisexual es una persona que no siente atracción sexual a menos que forme un vínculo o conexión emocional con alguien. Este vínculo puede tardar años, meses, semanas, o incluso días en crearse, y un mismo demisexual tardará más o menos tiempo en sentir esa conexión dependiendo de la otra persona. Esta conexión suele ser romántica, pero no exclusivamente: la chispa puede surgir también a partir de un fuerte sentimiento de amistad. Cuando la conexión se rompe, la atracción desaparece.


Un individuo no es menos demisexual por haber tardado menos tiempo que los demás en establecer ese vínculo emocional con su compañero sexual. Lamentablemente, es bastante común en la comunidad la discriminación contra los demisexuales a los que les ha llevado poco tiempo sentirse atraídos hacia su pareja, así como contra los asexuales sexopositivos. Es un elitismo del que deberíamos deshacernos lo antes posible: si eres una persona demisexual estereotípica y tu visión del sexo es más "puritana", bien por ti, y si eres una persona demisexual que prefiere disfrutar del sexo aunque no haya vínculo de por medio, ¡genial también!


¿Por qué entra la demisexualidad dentro del espectro asexual? A veces se describe la demisexualidad como una "asexualidad temporal". Poniéndolo de manera simple, hasta que encontramos a esa persona especial con la que logramos conectar, somos asexuales. Independientemente de lo sexuales que podamos volvernos una vez que nos sentimos atraídos hacia alguien, este es el motivo por el cual la demisexualidad es como una subcategoría de la asexualidad.

http://pansexualityisperfect.tumblr.com/post/70280323400/hi-i-like-boys-and-girls-but-not-for-the-fact

Al contrario que la gente no asexual, los demisexuales no sentimos atracción sexual primaria, es decir, no nos sentimos atraídos hacia otros en base a su apariencia, al menos no hasta que sintamos atracción sexual secundaria. La atracción sexual secundaria no está sólo relacionada con la personalidad, sino también con la relación previa que tengamos con el individuo. Una amistad intensa, admiración mutua, lealtad, etc. son algunos de los elementos que podrían encender la chispa de la atracción sexual.

¿Pero acaso no es lo normal el no querer acostarse con alguien sin conocerlo? Esta es una de las preguntas (a modo de afirmación) que más nos hacen, usualmente seguida de un "no te creas tan especial". Bueno, para empezar, estando rodeada de gente no asexual, me sorprende que aún haya alguno que nos haga esa pregunta, porque yo lo que más veo día a día es a peña teniendo sexo sin molestarse en conocer a la otra persona; a veces ni siquiera saben su nombre. Así que no, no es lo normal acceder a tener sexo sólo después de conocer mejor a un individuo...

Y, de todos modos, no hay que confundir la demisexualidad con la abstinencia. Lo segundo es una decisión, tomada bien con todo el gusto del mundo o bien a la fuerza (por motivos religiosos, por vergüenza...); en una relación en la que los miembros que la conforman han acordado esperar a tener relaciones lo más probable es que surja un deseo sexual. Pero los demisexuales no elegimos ser así. Simplemente, no somos capaces de experimentar atracción sexual hacia alguien con quien no hemos conectado. Ojo, esto no significa que no seamos capaces de acostarnos con alguien con quien no compartamos este vínculo. La demisexualidad es independiente del comportamiento y de las elecciones que se puedan llevar a cabo. Está relacionada con los deseos sexuales (no se pueden controlar), y no con la toma de decisiones racionales (sí se pueden controlar).


Hay demisexuales que empiezan identificándose como asexuales hasta que aparece una persona por la que resultan sentirse sexualmente atraídos. Mi caso fue el opuesto: pensaba que era una chica heterosexual con unas expectativas muy altas. Tan altas que me llevó dieciséis años sentirme sexualmente atraída hacia alguien (hasta el momento, la única atracción que había sentido era la estética). Pero bueno, ya hablaré de mi experiencia personal y de los tipos de atracción en otra publicación.

Ojo, que los demisexuales sólo seamos capaces de sentir atracción sexual tras formar un vínculo emocional con una persona no significa que nos vayamos a sentir atraídos por TODOS aquellos con quienes establecemos esa conexión.


Algunos demisexuales, tras conectar con alguien, nos volvemos extremadamente sexuales. Otros, a pesar de haber conseguido despertar la chispa de la atracción sexual, siguen prefiriendo otras actividades al sexo. Si este es tu caso, es probable que seas grisexual. Pero no hay ninguna línea definida, ningún límite. Al fin y al cabo, sólo nosotros mismos somos capaces de determinar nuestra identidad. Si te sientes a gusto con la etiqueta "demisexual", ¡siéntete libre de utilizarla!

La etiqueta "demisexual" a menudo se combina con otra orientación, como "demi-bisexual" o "demi-heterosexual", para hacer hincapié en los géneros hacia los que se ha conseguido sentir atracción.

(Por cierto, no uséis "pansexual", quedaos con "bisexual".)

Ser demisexual no es incompatible con ser poliamoroso, con los encuentros sexuales casuales, y con las relaciones abiertas (aunque estos dos últimos casos son extraños). Asimismo, puede ir acompañado de una orientación romántica distinta, no sólo la demirromántica: puedes ser demisexual y birromántico, por ejemplo.

¡Y hasta aquí llega la primera entrada "oficial" de este blog! He procurado hacerla lo más completa posible. ¡Espero que os haya sido de utilidad y que os haya aclarado cualquier duda que pudierais tener! ¡Os veré en la próxima entrada!


http://fav.me/d9fl6x4

¡Buenas noches! ♥

PRESENTACIÓN

¡Buenas, colegas demisexuales!

Podéis llamarme Jess. Soy una demichica, demisexual, y demirromántica (por ello, también podéis llamarme Triple Demi o D³), y estoy aquí para exponer y tratar todo tipo de temas que nos afectan a demisexuales, asexuales, y grisexuales de manera amistosa y cercana.

No hay demasiadas páginas oficiales en español acerca de la asexualidad, y mucho menos de la demisexualidad específicamente. Las únicas buenas en español que he encontrado son la versión española de AVEN y la AsexualpediA, pero como podéis ver, ambas se centran en la asexualidad (aunque en la AsexualpediA hay descripciones bastante detalladas de todas las categorías incluidas en el espectro as). Por ese motivo, he decidido abrir este blog que estará dedicado principal pero no exclusivamente a nuestros amigos y amigas demisexuales.

Para los que dominéis el inglés, sí hay una página oficial dedicada a la demisexualidad. De todos modos, los links a estas páginas están incluidos en el pie de página bajo el lema "Enlaces de interés", así como en la barra lateral. Este blog está pensado para complementar estas páginas, y será presentado de manera informal pero educada, amena y amistosa para crear un ambiente de camaradería y comodidad.

En bastantes de las entradas que publique se harán menciones al sexo, algunas más explícitas que otras, pero siempre colocaré un aviso al inicio de la misma para los que se sientan repelidos por el sexo (sex-repulsed). Asimismo, esas entradas contarán con una etiqueta especial, "NSFW" (not safe for work).

Ocasionalmente tocaré temas más allá del espectro asexual, tales como la identidad de género y el feminismo, así como cualquier materia que los lectores sugieran. Procurad, eso sí, que siempre esté más o menos relacionado con la sexualidad, y tal vez con la comunidad LGBT. De lo que más entiendo es lo concerniente a la demisexualidad, de modo que estaré abierta a correcciones cuando trate otros asuntos.

¡Bueno, pues eso es todo (por ahora)! Dentro de poco publicaré la primera entrada de este blog, ¡y esperemos que sea la primera de muchas!


¡Un saludo!